sábado, 11 de julio de 2009

Saquito de lavanda


Este es un saquito de espliego que cogí hace un año en Soria, me hacía ilusión perfumar la maletita de Arnau del hospital y por qué no hacerle una funda lavable en forma de ratoncito. Yo quiero que tenga un olor grabado como recuerdo infantil, y en vez de ser nenuco, pues que sea el olor al campo de su madre.
Nada más nacer se lo ponía a los pies del cuco, hasta que una enfermera me dijo que me metiese al chico en la cama y que no le dejase solo en el cuco. Fueron días duros de madre primeriza y mamador primerizo, ji, ji.
Ahora Arnau juega con éste saquito y al olerlo pone cara rara..., pero le gusta tocar y morder la textura herbácea de su relleno.

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