Vírgenes

Yo soy una de esas madres que amamanta a su hijo por comodidad física y espiritual de toda la familia que sale beneficiada, el más beneficiado es Arnau y es el líder de que sigamos amamantando.
Yo no me empeño en amamantar a mi hijo por que tengo miedo que crezca y que se rompa nuestro vínculo. El vínculo espiritual y el amor fraternal hay que regarlo diariamente al igual que el amor que hay entre los padres. Los adultos tenemos el divorcio cuando ese amor se rompe, pero los niños al llegar a ser adultos nos pagan con la misma moneda, en nuestras manos está conservar ese vínculo, no es la teta la culpable de que se mantenga o se rompa. La teta que no da leche da calor, sosiego y cogín donde secar nuestras lágrimas, emana amor de madre y olor materno del mismo modo (mi madre me dio biberón y cuando he necesitado refugiarme en su pecho lo he obtenido emborrachándome de su aroma dulzón.); me da vergüenza hablar en estos términos, pero son los términos en los que me hablan las madres que no pudieron amamantar o madres resentidas con sus hijos.

Amamanto por que es el deseo de mi hijo y no juzgo si lo necesita o si es un capicho, del mismo modo que no juzgo si me da un beso o si se lo da a su padre o si necesita que le abracemos.
Estas virgencitas las hice por encargo de mi amiga Balbina, hicieron un concurso de fotos sobre lactancia y estas vírgenes las entregaron a las madrinas del evento que son tres.



Aquí os presento una selección preciosa de vírgenes amamantando; que recordemos estas imágenes en nuestros corazones ante las miradas o los comentarios despectivos hacia nuestra persona y hacia nuestros hijos, por que el desprecio se lo hacen a ellos, más que a nosotras.
Me da pena que haya gente que no viva la vida y se aferre a prejuicios y a comentarios superfluos que no tienen importancia, que hieren y que se alejan de lo que es natural en el ser humano.



Pieter Coecke van Aelst
Virgen amamantando al Niño
Óleo sobre tabla (Marco original), 24 x 18 cms.
Expertizado: Dr. Peter van den Brink