lunes, 10 de octubre de 2011

Un paso más hacia la autosuficiencia


  
 Una necesidad creció en mí cuando en nuestro viaje por Francia descubrimos las ventajas que ofrecía un folleto sobre ecoturismo, en el que recomendaban usar jabón de Marsella, para la limpieza del hogar y de la higiene personal. Es biodegradable y al ser un jabón duro no necesita de packalling contaminante. Los precios de los jabones eran abusivos para un uso tan frecuente al que le queríamos dar.
 Me planteé seriamente ahorrar y dedicarle especialmente atención a nuestra salud y la del medio que nos rodea. Visité varias webs y me quedé con esta de Brown Rice Family, los chicos y la dulzura del vídeo nos convencieron de seguir con nuestro propósito. Pasito a pasito, vamos independizándonos del mundo consumista, alejándonos de sus componentes tóxicos con nuestro cuerpo y con el medio ambiente.
 





La única pega era el tiempo de elaboración desaconsejable por completo con el cuidado de niños pequeños, así que usé la batidora que teníamos por casa y me compré otra para uso alimentario. Con la batidora tardas 10 minutos en hacer el jabón y sin ella estos chicos tardaron ¡6 horas!, a parte luego hay que limpiar, recoger y ventilar para que los niños no estén en contacto con la lejíia del jabón.
Al cabo de un mes de secado ya pueden participar los niños para ordenarlo en cajitas, rallar el jabón (para la lavadora) o envolverlos para regalar.

 



 
 
Proseguí con el de te verde con mi amiga Gabi en casa, estas gotas doradas tan hermosas son LEJÍA muy fuerte hay que vigilar de manipular el jabón con guantes y tener alejados a los niños en todo el proceso de elaboración.
Empecé haciendo este jabón de lavanda, me quedó seco pero usable al fin y al cabo. 


 

Se pueden utilizar envases varios, para rellenar el jabón y darles un segundo uso. Yo utilizo cartones de leche, pero me voy a hacer con una caja de vinos que es la más idónea, ya que los moldes de silicona no me gusta el resultado que dan.







Luego hice estos glaciares de aceite reciclado y azulete (es biodegradable). Tiene un fresco aroma a pino. Este es el que más me gusta por los recuerdos que me trae de abrir puertas en casas viejas y encontrarme sosa cáustica en sacos grandes, de jabones azules sin olor a mar del caribe, de jabones rosas sin olor a rosas (aceite de freír chorizos). De esas excursiones fantásticas en las que nos perdíamos SIEMPRE con mis padres y conocíamos a gente de lo más variopinta y cariñosa.
 

En una de esas excursiones mis padres y mis dos hermanos mayores Belén y Emilio (los pequeños no habíamos nacido)  se quedaron tirados en la carretera rodeados de nieve a la altura del Moncayo,  mi hermana mayor que tenía 6 años tuvo que sentarse encima de los jabones que llevaba Mary y su marido en la parte trasera de su coche a pesar de sus berridos y lágrimas de asco y desesperación mis padres hicieron una amistad con sus salvadores que aún dura. Gracias a esta amistad en Tarazona hemos tenido recuerdos muy tiernos, muy rurales y muy educativos, gracias Mary.
 

Este jabón lo usamos para la lavadora y los platos. Si es para la lavadora lo rallamos en familia los tres juntos y lo guardo en cajas, cuando lo uso lo guardo en un "atadillo" de un pañuelo viejo y directamente con la ropa a 40º para que se disuelva mejor (no me gusta que se ensucie el cajetín de la lavadora). Si es para los suelos lo diluyo el jabón rallado en agua caliente y queda el suelo brillante, brillante, y para los muebles de madera y las manchas de lápiz de Arnau es fulminante. En trozo lo uso para lavar los platos, menos los tapers de plástico que uso uno líquido ecológico del LIDL, por que se engrasa mucho. 

 

Ayer acabé este de limón, naranja, canela, arcilla verde y aceite de oliva, para regalar por navidad y cumpleaños de familiares y amigos. Quería darle un toque de color y por eso usé la arcilla verde. Los colorantes para jabón a parte de ser de dudosa procedencia son dificilísimos de encontrar en tiendas y huyo de ellos ya que no dan al jabón el aspecto casero que dan las arcillas, a parte de ser buenas para la salud de la piel.
 




Marqué el jabón resultante con unos sellos que compré hacía tiempo para estampar de madera de sándalo preciosos. Y he guardado los jabones para su perfecto secado en una de las cajas grandes de nuestra fruta y verdura ecológica.

Si usamos un  jabón como este para el aseo personal, no necesitaremos poner en la piel aceite o crema hidratante a posteriori, ya que la piel queda hidratada y delicadamente perfumada.
 

Si tenéis más interés por como hacer jabones, esta web está muy bien, pero seguid las instrucciones de la sosa que compréis, no de la info de internet, ya que cada marca actúa de manera diferente.  





1 comentario:

  1. Aurea no me dejas de sorprender!!!!
    Me parecen un bonito regalo de Navidad y el video está genial

    Besos, Muaks

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